¿Esto no va nada bien o nos lo parece?
Hace unas semanas (varias) escribí estas líneas con motivo de un incidente de carácter estructural ocurrido en la empresa que paga por mis servicios. En caliente y con ánimo de intentar su publicación en el "órgano de expresión" de nuestro Sindicato. Mi buen amigo y Secretario General de la Sección Sindical declinó la publicación por no darle más pábulo al asunto y reconociéndome explícitamente que lo que decía era correcto y el mosqueo razonable pero "era cuestión de aplicar criterios generosos de cara a futuras cuestiones" (sic). He rescatado la parrafada reconvirtiendo las alusiones excesivamente concretas y como ha quedado algo que produce resonancias a situaciones habitualmente reconocibles en todos los ámbitos laborales pues lo publico aquí. ¡Que me gusto de mi mismo de vez en cuando!
"Siempre me ha inquietado que la actividad sindical produzca agravios innecesarios entre distintas categorías profesionales pues podría convertirse en un boomerang peligroso para nuestro Sindicato. También creo que dar atención a las “quejas” laborales no contrastadas de cualquier cargo intermedio o superior, especialmente cuando en su momento (Elecciones Sindicales) ni siquiera acudió a votar, parecería en cierta medida falsamente condescendiente. Y si “pide” que se haga algo al “presentir” que la dirección le está moviendo la silla con argumentos organizativos o de productividad (reales o no) olvidando que un informe (protocolizado) suyo contribuyó definitivamente a que el mismo Delegado al que ahora exige atención sufriese una injusta merma en su retribución hace no mucho tiempo y ahora el asunto está en los tribunales de justicia para su resolución, ya resultaría peripatético. No se malinterpreten estas líneas. No me refiero a nadie o nada en concreto y creo firmemente que TODOS los trabajadores tienen derecho a ser defendidos de las probables injusticias empresariales; como también entiendo que muchos cargos intermedios o superiores adoptan, por su propio estatus, una actitud rayana con la indiferencia ante la probabilidad de que un Sindicato resuelva el problema puntual (o final) que le afecta. Creen disponer de otros recursos que no están al alcance del "currito de a pie". Pero en cualquier caso lo que puede resultar kafkiano es que utilice el Sindicato y su propio medio de comunicación como altavoz PARA SUS PROPIOS ARGUMENTOS Y EN SUS PROPIOS TÉRMINOS. Es como si un concejal de un gobierno de coalición pseudo-progresista ante la probabilidad de no repetir puesto en la siguiente legislatura protestase airadamente mediante un artículo de opinión en el ABC y además lo firmase el propio Guillermo Luca de Tena. Un poco por los pelos y salvando las distancias. Sé que somos capaces de argumentar y exponer gramaticalmente bien cualquier demanda, queja, propuesta o simple opinión. Incluso con errores ortográficos para relajar tensiones. Tenemos lenguaje propio y reconocible. Y aunque el fondo sea el mismo, los términos utilizados pueden influir en la percepción que los demás tengan de lo que decimos y parecer nuestra su postura la del loto. Ahora bien, ya que lo hacemos que sea con todas las consecuencias. Luego no valdrán arrepentimientos y vestiduras rasgadas cuando en un conflicto con la empresa sobre los servicios extraordinarios (su gestión, remuneración y control), ese mismo cargo intermedio o superior adopte una postura pública “ad hoc” y razonablemente interesada que en nada coincida con la del Sindicato y ello nos “provoque” un ataque de ansiedad, convoquemos una Para-Asamblea Informativa en la que se adoptará un acuerdo informativo vinculante (sic) para denunciar la Constitución y así mejorar el precio de las horas extras del personal de otra unidad que ¿pasaba? por allí. Saludos republicanos de un afiliado sentado en el umbral.
Es posible que solo los compañeros de trabajo capten toda la idea pero así me quedo más tranquilo. Y ante las dudas se puede consultar el Boletín ( o los boletines en este caso).
© José Antonio Ferrández
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