Último día de 2009. Ya era hora.

Era solo por despistar. La verdad es que ya he visto Avatar. Pero pienso volver a verla. En 3D y asientos vibratorios ¿ehhh? ¿Ohhhhhhhh? A mi hijo le encantó. Yo no pienso ser menos. Ya que el mensaje filo-ecologista le puede poner los pelos como escarpias azules al alto representante para las minorías raciales de la ONU. Se que me pueden hostiar pero el único discurso convincente (aunque fascista total) que se escucha en esa película es del militroncho “cicatrices” parietales.

Cada vez que sale intento no pensar en el Sargento Hartman (R. Lee Hermey) en “Full Metal Jacket”. Y lo consigo. Concentrándome en Sigourney Weaver mientras fuma y entre las volutas de humo cuela aforismos gaianos. Solo le falta (a la peli) un pelín de expresionismo sexual.

Me explico: ¿Como se sentía Jake Sully mientras su alter ego pitufiano retozaba en la jungla de Pandora? Además ¿a quién coño se le ocurre llamar Pandora a un planeta con vida inteligente (bueno, tan inteligente como la nuestra)?

Ya he pasado el ecuador festivo. Ya estoy pensando en el crucero del año que viene. Es lo que tiene no tener hipoteca, disfrutar de un puesto de trabajo seguro y ninguna carga familiar. ¿A que os ha gustado el panorama? Pues es lo que hay. No tengo la menor intención de desanimarme porque un delincuente de mucho lomo desde su puesto no electo de la patronal se permita el lujo de recomendar el despido libre mientras despide libremente a los currelas de sus empresas y deja en la estacada aeroportuaria a varios cientos de ciudadanos del mundo que por su CULPA se van a convertir en armas arrojadizas contra el gobierno socialista. ¿Es que no le da vergüenza a ZP que esos pobres sudacas pasen la navidad en Barajas lejos de su camada? No os llevéis las manos a la cabeza. La frase, casi literal la han oído estas orejas que me ha dado ........... ¿la evolución?.

Como tampoco tengo la menor intención de acobardarme por mi estatus social ya que la impresentable clase política conservadora (no es un eufemismo) de nuestra región, sea capaz de acudir a la velocidad de ¿225 K/h, Sr. del Rio? a un acto con el más alto representante del Gobierno Federal (disponible en ese momento) entre un “están hundiendo al país” y una “nos blindaremos contra los vascos digan lo que digan los vascos” solo por salir en una foto. Y el Delegado del Gobierno dos pasos por detrás ¿Que pasa tocayo? ¡Que eres más alto que todos ellos y lo sabes!. Pues ponte delante, ¡joder!.

Como tampoco tengo la menor intención de asustarme porque solo queden ...... ¿taitantos? meses de gobierno municipal “de progreso” en Logroño y aún no hayamos visto más que esbozos de lo que podría hacerse, por falta de personalidad, de decisión, de valor. Por exceso de personajillos en el “gobierno” municipal y sus aledaños.

A mi amigo Chema se le escapa un poco de didactismo sobre lo posible y solo somos capaces de abroncar al descerebrado anónimo que en su blog le manda a la mierda (es tan finolis que ni se atreve a poner la palabra entera). Bueno, por lo menos a mi amigo Chema lo lee alguien. Incluso anónimamente.

¡Qué solo podría sentirme sino fuese porque me importa un güito todo! A vivir que son dos días. Lo interesante es el camino.

Otro rato es posible que desvaríe sobre, cucas, jaumes, secretarias, generales, candidatos, afiliados, sindicalistas, aforados, oeneges, esposas de alcaldes, vividores de la noche marbellí en costa Logroño, sambenitos de barrio, plazas vírgenes, infancias recobradas, poetas escurridizos a pesar de muertos, murallas contra el progreso, limpiezas (no étnicas) de armario.

Solo por escapismo. También es cierto que algunas veces me hacen pasar un rato agradable. He descubierto este clip de Lady Gaga. No es que sea algo en lo que me gastaría un céntimo pero le tengo que reconocer una vista comercial, un estilo social y cierto gusto estético que me reconcilian con esta parte del “bissness”. Y sabe reírse de si misma.

Un saludo a todos los que tengan la valentía de pasar por aquí. Y un abrazo a quienes tengan la gallardía (que palabrita) de dejarme un recuerdo. A ser posible biensonante ¿eh?

© José Antonio Ferrández