MI MEMORIA

Los caminos en la vida de cualquiera son un misterio hasta cuando se están transitando. Luego son trillados ¿verdad? Hasta el más cretino de los desconocidos es capaz de aconsejarte sobre por donde pisar, a que velocidad ir o qué dirección tomar cuando ya estás de vuelta. Es mejor no hacerles caso. Total, ya no tiene remedio. Y si pudiese darse el caso, ya no sería el mismo camino, sería OTRO (en tiempo y forma) por lo que solo tú puedes decidir qué hacer con él. Esta parrafadita solo viene a cuento de que ayer en el cine me sorprendí mientras, sentado en mi butaca, transcurrían las explosiones, las situaciones ridículamente emocionales y los dislates pseudocientificos que ya me esperaba.  Y no por los 35 años transcurridos para dar respuesta y sentido a algunas paradojas que se planteaban en la primera de la franquicia. Afortunadamente lo han hecho bien en el papel. Otra cosa es que Arnold o Linda estén para batallitas. O que el nuevo malo (ya resultaba sin sustancia en “Agents