MI MEMORIA

"Causalmente" el jueves fuí al cine por primera vez desde el inicio del confinamiento. Ya era hora y la ocasión merecía un buen menú. Es curioso que las ganas que tenía de ver esa película se me estuvieran diluyendo en la desgana del trayecto hasta los únicos cines de mi ciudad que creía que habían reiniciado la actividad. Voy a ir por partes.   La pelicula es muy buena técnica y argumentalmente pero falla en un guión que varias veces se enroca en si mismo para salir del atolladero en el que conscientemente se ha metido. Y me lo pasé francamente bien; es más, suelo tener alguna reticiencia a los films de más de 120 minutos, pero no se me hizo larga (ni ganas de mear a la mitad).   La historia es convincente en el planteamiento,  viajes en los viajes dentro de los viajes. Y con la ayuda de la "pinza del tiempo" llegamos a entender algo mejor el farragoso desarrollo. Quienes estén terminando el bachiller alcanzarán a entender algo más que los que dejamos los estudios

Están aquí por nosotros, no estamos aquí por ellos. Tengo años y memoria. Voté "SÍ" en el referéndum de 1978 sobre el proyecto de Constitución y en él se incluían varios asuntos que, individualmente, nunca hubiesen recibido mi parabién (por ejemplo, el modelo territorial). Pero para empezar servía. Los 15.706.078 de votos afirmativos, heterogéneos pero afirmativos, del 6 de diciembre de 1978, son los que posibilitaron que tuviésemos una monarquía como forma de estado. Yo asumo mi parte de carga, pero NO VOY A CONSENTIR QUE ELLO SE CONVIERTA EN PATENTE DE CORSO PARA SINVERGÜENZAS imbuidos de gracia divina. Y desde luego que NUNCA aceptaré arrogarse (ni arrogar) a la monarquía la gracia de la democracia en nuestro país. Fuimos esos 15.706.078 votantes quienes lo hicimos. No alguien que venía de Estoril de pasar las vacaciones y adónde parece que vuelve. Ya quedan menos. A ver si lo ven mis ojos. SyR ©jaferrandez