CINE y CINE (en televisión)

En una semana he visto dos películas (alguna más, pero triviales). A cuál más impactante.
La primera una deuda que acarreaba desde su estreno y una vez vista comprendí la razón del retraso: la inquietud que me produciría verla. La segunda una novedad de autor desconocido para mí (con un previo aplaudido en su cartera, pero poco atractivo a mis gustos).
Al grano.

"Spotlight" (2015), de Tom McCarthy. Desde que vi "All the President's Men" (1976) de Alan J. Pakula le había prestado poca atención al cine de (sobre) la prensa. Así que cuando hace 6 años se estrenó no quise mostrar demasiado interés. Pero las informaciones que leía sobre ella iban dejando una cierta inquietud en mí. No tanto por su parte artística (que reconocí como muy buena) como por su argumento-historia. Algo había que presionaba para traerla a mis retinas y mi cerebro. Aguanté hasta la semana pasada. En el catálogo de "Amazón Prime" aparece un tanto escondida, pero seguía lanzándome señales <tienes que verla, tienes que verla>. Una experiencia desasosegante. No se anda el director con florituras artísticas para mostrar al mundo las crueles perversiones de una institución como la iglesia católica. Y no promueve que nadie del elenco se arrogue el protagonismo. Esta sí es una obra de REPARTO: Michael Keaton, que venía de bordarlo en "Birdman" (2014) de Alejandro González Iñarritu, el año anterior; Mark Ruffalo, inmerso en el Universo DC, en ésta supo actuar de verdad; Liev Schreiver, enredado en una filmografía extensa pero poco llamativa y de quien recordaba con agrado "The Manchurian Candidate" (2004) de Johnatan Demme y sobre todo en "Ray Donovan", serie de tv bastante interesante y en la que mostró su mejor labor interpretativa; Rachel McAdams, poseedora de mucha experiencia pero de poca gracia individual, lo mejor que recuerdo es el thriller (al filo de la investigación político-periodística) "State of Play" (2009) de Kevin MacDonald (de la que ya hablé en su día) y sus apariciones como Irene Adler en las dos últimas adaptaciones de "Sherlock Holmes" de Guy Ritchie; Stanley Tucci, Bian D'Arcy, John Slatery, otros de los grandes secundarios de éste siglo.

"Midsommar" (2019), de Ari Aster. Desconocida en origen y desconocido el director, como casi todo el elenco. No conseguí identificar ninguna categorización antes de darle al <play> y una duración de 250 minutos nunca es argumento suave para decidir sin más. Pero dejaban los críticos y las referencias de la prensa especializada un anzuelo muy atrayente. Terror a plena luz del día incluso a medianoche .............. demasiado intrigante y lo que se deducía de las imágenes, brillantes imágenes, nítidas imágenes, inquietantes imágenes y un cartel muyyyyyyyyyy engañoso al final me hicieron picar. Terminé sin darme cuenta del tiempo, con un zumbido inquietante en el interior de mi cabeza. Doscientos cincuenta minutos de tensión y agobio en espera de los consabidos sobresaltos hasta que te das cuenta de que llevas doscientos cincuenta minutos tenso. Y no has visto ni un solo desenfoque de la cámara, ni oído ningún estruendo o grito absurdo, para esconder carencias del guion. Una historia sencilla, ya utilizada antes en el género, pero con una construcción muy atrevida en lo argumental y con un estilo en la realización que hace poner el foco en su autor para el futuro. Tiene una claridad y un brillo su imaginería que pone los pelos de punta ............... literalmente. Y los escasos efectos especiales no hacen sino redundar lo que el desarrollo de la historia va mostrando. Y una banda sonora (más "score" que nunca) a la que dedicas una buena porción de tu atención y potencia el entendimiento completo de la película (¿quieres saber cómo suena una cabeza cuando se estrella contra el suelo?). Una visión de las comunidades religiosas del frio norte que da que pensar. Y para pensar en las relaciones de pareja actuales, también. Y los mitos y leyendas.

Por cierto, y hablando de comunidades "nordicas", también vi hace unos días un thriller sueco, "Solstorm" (sobre una novela de Äsa Larsson) que incide de nuevo en las miserias y misterios de las comunidades rurales atrapadas en las redes de falsos profetas luteranos. La peli no es gran cosa pero estuvo entretenida para ser sueca.

¡Hasta pronto!

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