Lo viejo y lo antiguo ..........

En tiempos tan difíciles (a nivel humanidad) resulta cuando menos aleccionante que haya cineastas que, a pesar de su prestigio, se dejen seducir por historias, métodos y artilugios artísticos que tienen tantas telarañas en su mochila. Cary J. Fukunaga no descubre la pólvora en su última realización, y "última" de la saga 007 (ya veremos), pero hace un excelente ejercicio pirotécnico.

 

El argumento de "No time to die" es el final de la antología que componen "Casino Royale", "Quantum of solace", "Skyfall" y "Spectre" protagonizadas por Daniel Craig. Vamos que casi lo tenía todo mascado. Así que para su traslación a imágenes solo tenía que dejar su huella en guion, ritmo, imagen, ambientación y aprovechar los últimos estertores de un personaje que, mal que nos pene a los aficionados, ha marcado 60 años de cine.
    

Y si solo has visto "True Detective" del trabajo de Fukunaga podrás darte por satisfecho. A mí por lo menos me ha resultado.

Casi todo. Seré sincero, Rami Malek me ha resultado FEO. Y un villano de verdad no puede resultar FEO; pierde todo el valor. Y antes de que nadie me tire algo, aclaro: FEO como personaje y como actor. Quizás sea injusto por mi parte pero se me antojó como "Mr. Robot" pero malo. Pareciese que hubiera sufrido una parálisis facial, interpretativa y de personalidad.


    

    

Al contrario que Christoph Waltz, que dispone tanto matiz actoral que hasta su malísimo final, casi inexplicable en el arco argumental y de pena en el guión (¿alguien más tiene la sensación de haberse perdido algo en esa escena?), en ésta película lo gana él. Los demás en lo suyo con especial mención a Jeffrey Wright (pena que no vuelva) en lo positivo y a Lashana Lynch (ojala que no vuelva) en lo negativo. Y no olvidemos los 10 minutos de Ana de Armas; ésta mujer me tiene loco, con el paquete que le cogí en "El Internado". Y para terminar "M". Ralph Fiennes ya está en la edad de cobrar solo por ir.

En lo técnico poco que decir. Todo de primera categoría: la fotografía (con cierta aridez lumínica, volvemos a Fukunaga pese a Linus Sandgren), las localizaciones (más turismo de primera), la ambientación (menos exotismos), el diseño de producción (todo ajustado), los gadgets ….. (bueno, un dispositivo IEM que es capaz de discernir el objetivo entre el que tiene el prota en la oreja y el ojo biónico de su rival)…. Será cuestión de frecuencias.

Y la música. Hans Zimmer y Johny Marr (recordáis "The Pretenders") recrean con mucha calidad el universo sonoro de James Bond. De lo mejor de las BSO de la saga y con un tema principal que recuerda (obviando los acordes principales) a otras grandes obras de la saga: Paul McCartney, Shirley Bassey, Tom Jones, Nancy Sinatra, Sheena Easton, Tina Turner, Duran Duran, Adele y ahora … Billie Eilish.


Solo una pega. Pequeña. Demasiado melodramático el final ..... pero es lo que hay.

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