Posesión (toma de)
No se si lo que estoy pensando estos días es fruto de la inercia
informativa o de mis anhelos más íntimos. Que sea portada de casi
todos los medios las ausencias icónicas en la toma de posesión del
nuevo presidente del gobierno se me antoja como una distracción
militar en una campaña soterrada por la conquista de territorios en
disputa.
Además, algunos de los contactos que disfruto en las redes sociales empiezan
a comparar (de nuevo la psico-historia) la situación actual con la
previa al golpe de estado de 1936 (alguno, por edad no, por
preparación, podría saber de lo que habla). Ya reflexioné en su día sobre ello y sobre todo, sobre la influencia de los medios (del
“medio”) en la generación de opiniones en nuestra "república".
Algún
editorialista ya advirtió contra la posible catástrofe que
suponía Pedro Sánchez en caso de salir victorioso en la pelea
interna. Y ahora va y gana la moción de censura. ¿Que le achacarán?
¿El fin de los días? ¿El abismo sin fondo? ¿La crisis
arancelaria? ¿Corea del Norte depende de él? ¿Trump lo va a
insultar?
Seamos sinceros, a la mayoría silenciosa le preocupa más las ausencias
iconoclastas que el trasfondo geopolítico que suponen los últimos
acontecimientos en nuestro corralillo. ¡Donde va a parar! Donde esté
un crucifijo de menos que se quite una autonomía de más, ¿eh?.
© José Antonio Ferrández
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