Esto será todo

Los medios de comunicación siguen empeñados en que la población está hastiada de ir a votar y de la situación política. Yo creo que de lo que estamos hartos es de escuchar a los medios decir que estamos cansados de tantas elecciones. No creo que ningún ciudadano con dos dedos de frente sea capaz de, honestamente, quejarse por dedicar una hora de un domingo por la mañana o por la tarde en ir al colegio electoral y luego seguir con el vermú, la misa, las cañas, el partido o la siesta. Ésta mañana en los Desayunos de RTVE lo he escuchado varias veces.
Pero hay más; Pedro J. Ramírez, el ínclito, ha insinuado que para dedicarse profesionalmente a cualquier profesión no es necesaria titulación (hablaba concretamente de Rocío Monasterio y su firma en proyectos de construcción e interiorismo) como si edificar un rascacielos, diagnosticar un cáncer, construir un viaducto, etc tuviera similar responsabilidad (civil y militar) que pintar un cuadro, hacer fotografías o escribir bestsellers. Carlos Cué ha sido lo suficientemente sensato como para reconvenirle. Pero posteriormente Ignacio Escolar ha soltado un riff (que además me atrae pero no lo digo por si acaso) referente a la cualidad intelectual de los votantes (votamos como si le diésemos al Like de Facebook) y que me ha hecho rememorar la verdadera entidad de la democracia en Grecia. ¿O nadie se acuerda de que allí y entonces solo votaban los que el estado creía que debían votar, los que fuesen "ciudadanos"? Y para que no nos liemos, ciudadanos eran solo unos cuantos que había obtenido el estatus por medios a los que nadie más tenía acceso. Entonces ha sido la periodista y escritora Nativel Preciado la que le ha recordado los 2000 años de evolución desde Pericles.
Los representantes del cuarto poder nos dicen lo que debemos pensar los demás, no lo que piensan ellos.

©José Antonio Ferrández

Comentarios