Hollywood y los idiomas

Acabo de ver "Uncharted" en v.o. subtitulada, un "fan film" de 14 minutos basado en el videogame homónimo y último trabajo de Nathan Fillion (“Castle”). Y esto se me ocurre: El abuso del recurso a los videojuegos para alimentar la industria del cine está haciendo perder la gracia a los primeros y la originalidad a la segunda. Sin entrar a destripar el trabajo actoral ni el guión (¿?), Nathan Fillion es lo que es: atractivo, simpático y resultón en la pantalla (pero no es Johnny Deep) y después de "Firefly" (2002-2003) y "Serenity" (2005) como Malcolm 'Mal' Reynolds en ambas, no creo que vuelva a alcanzar la gloria.
Ahí va ......

© José Antonio Ferrández
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